Una dama que caminaba por la calle con su hijo de cuatro años, observó una rosa en el suelo. Quizás por inocencia o descuido, la mujer le dijó al niño que tomara la rosa, el pequeño se apresuró a tomarla pero de repente vió algo que le llamó la atención en la otra acera...
A mitad de una tarde calurosa, un niño se lanzó a una carretera con decenas de autos porque quería recoger un juguete que había perdido otro chico. Esta sería otra trágica historia de no ser por la gallardía de su madre que corrió tras él y no permitió que le hiciera daño ninguno de los autos que pasaban a toda velocidad por aquella calle.
Como dicen por ahí, como tu madre, ninguna.
-Vanem
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